
Enamórate de sus penas y cicatrices, de que sean distintos
Pero a la vez, de que coincidieran en el mismo lugar y hora.
Hace unos días me encontré con un escrito acerca de las cosas por las cuales debías enamorarte de alguien, las que no contemplaban solamente lo positivo, y tuve la genial idea de complementarlo.
Pero a la vez, de que coincidieran en el mismo lugar y hora.
Hace unos días me encontré con un escrito acerca de las cosas por las cuales debías enamorarte de alguien, las que no contemplaban solamente lo positivo, y tuve la genial idea de complementarlo.
No soy quien para decirte qué amar ni pedirte que te enamores de
una u otra persona. ¿Con qué moral, si lo más probable es que estemos en la
misma situación?
Sobre todo cuando nos encontramos en la disyuntiva de ¿apostar o
no apostar?, ¿seguir en la “zona de confort” o atrevernos y vivir una nueva
aventura? ¡Y QUÉ MÁS DA SI NO RESULTA! Al menos lo intentamos, y eso es loable.
Si tuviera que hablarte de amor, te diría algo así:
“Enamórate del latir de su corazón que se acelera cuando te
acercas, de su respiración, del brillo en sus ojos cada vez que habla de ti”.
Enamórate que sea despistado pero a la vez alerta, de sus ganas de
ayudar y su visión del mundo.
Con fervor ama su vehemencia por las cosas que realiza, por cómo
se enfurece ante la injusticia y la manera en que defiende su punto de vista.
Ama con dulzura y paciencia sus enojos, disgustos y defectos, en
especial si se encuentra en un estado de desaliento emocional y es un derrotado
más en la batalla del amor.
Ama con vigor sus
penas y cicatrices, ahí conocerás su lado más sensible, por muy sólido que
parezca frente a los demás.
Enamórate enteramente de su risa, de que cante desafinado, que
disfrute al ver deportes y derrame accidentalmente cerveza en su camiseta
favorita sin que le importe perderla.
No todas las personas logran sentir ese tipo de pasión; es
envidiable. Ama que haya llegado depurado a tu vida, pero también sé amoroso
con sus miedos, con su dificultad para expresarse y su pasado. No pretendas que
no venga con vestigios de vidas pasadas. Sin embargo, que eso no quite el
interés de avanzar
Ama su insensibilidad. Porque sabes que muy muy dentro de sí, aún
existe un niño riendo, esperando que abran la puerta para que pueda salir a
jugar.
Ama, a la vez, su independencia, la manera en que ha conseguido
todo lo que ha pretendido, en que tenga claridad en su discurso y en el orgullo
que siente de ser quien es, a pesar de que los vientos de la vida hayan soplado
fuerte.
Enamórate de la idea de lo que pueden llegar a conseguir juntos; para la gran mayoría de los amantes, este es el motor que los mueve.
Y, por supuesto, enamórate de que sean distintos, pero a la vez, que coincidieran en el mismo lugar y hora”.
Enamórate de la idea de lo que pueden llegar a conseguir juntos; para la gran mayoría de los amantes, este es el motor que los mueve.
Y, por supuesto, enamórate de que sean distintos, pero a la vez, que coincidieran en el mismo lugar y hora”.
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