sábado, 27 de julio de 2019

ME ENAMORÉ DE UN PSICÓPATA 🌹

ME ENAMORÉ DE UN PSICÓPATA
🌹
Muchas veces cansados de la soledad, entregamos fácilmente nuestro corazón al conocer a un nuevo amor, cerrando los ojos a la verdad, haciendo caso omiso a las señales que se nos presentan.
Llevaba diez años sin una pareja estable, en ese tiempo había conocido un par de personas, pero nadie que me llamara la atención realmente, hasta que conocí a Rafael.
En un principio, intenté no darle tanto interes, puesto que me gustaba bastante, por lo que temía enamorarme rápidamente, algo que no pude evitar.
Rafael se veía perfecto en todo el sentido de la palabra, era guapo, encantador, inteligente, sensual, romántico, culto y divertido todos los atributos que buscaba en un hombre. Sin tener explicación, en una semana ya estaba completamente enamorada y embobada de él, pese a los consejos de mis familiares y amigos que me decían que vaya con cautela, a mi no me importaban sus opiniones, solo quería estar al lado de mi amor.
Llevada por la ilusión de un nuevo amor, y por la pasión que provocaba en mi, en menos de dos meses nos fuimos a vivir juntos. Yo me sentía completamente feliz, no me cuestionaba nada de lo que hacía, ni le hacia preguntas sobre sus salidas nocturnas, puesto que él me había dicho que su espacio y su privacidad, era muy importante para él, por lo que debía respetarla, y así lo hice.
Al poco tiempo me pidió que dejara de trabajar, quería que me dedicara completamente a él, puesto que tenía buena situación económica, me dijo que no era necesario que siguiera en mi labor, y que por ser su mujer el me daría todo lo que necesitara, ya que me amaba y jamás me dejaría pasar carencias, algo que yo con algo de tristeza por dejar mi trabajo, acepté.
Los primeros meses fueron de total alegría, viajamos y vivimos una hermosa luna de miel, en la que resulté embarazada, ambos estábamos muy felices de comenzar nuestra familia, llenos de sueños y planes.
Al pasar los años, todo iba perfectamente Rafael era comprensivo y amoroso, totalmente encantador, y su negocio de empeño de joyas, cada vez prosperaba más, por lo que siempre llegaba con algún detalle, alhajas que yo recibía con mucho gusto, pero fue al recibir una pulsera de oro con un par de diamantes, que comenzó mi maldición.
Generalmente guardaba las joyas en una caja fuerte que estaba empotrada en la habitación que destinamos para nuestro hijo, no era una idea que me agradara, por lo que pensábamos cambiarla en algún momento, pero dejamos pasar el tiempo y la caja jamás se movió.
En aquella noche, mi hijo comenzó con fuertes pesadillas, gritando en medio de la noche llamó mi atención, corrí a su habitación y lo abracé, mientras sentía como su pequeño cuerpo frío temblaba entre mis brazos, entre sollozos me dijo:
-La niña... la niña está al lado de mi cama... mamá dile que deje de llorar-
-Hijo, no hay ninguna niña, fue una pesadilla, vamos a mi habitación-
- Si mamá, ahí está... su boca está sangrando... me dice que la ayude, mamá ayúdala-
-Calma amor, vamos a mi habitación-
Lo llevé conmigo, y lo acosté a mi cama, ya que en aquella noche Rafael tampoco se encontraba en casa como en la mayoría de las noches, en que debía atender cosas de negocio. Cubrí a mi hijo con una manta y le canté su canción favorita hasta que se quedó dormido.
En la noche próxima nuevamente fui despertada por los gritos de mi hijo, acudí a su llamado y vi con horror en su cama unas pequeñas manchas de sangre y una sombra a su lado, revisé su cuerpo pero no había ninguna marca de herida, lo llevé a mi habitación y contuve su llanto nuevamente.
Era muy extraño que su cama estuviera manchada, pero luego pensé que talvez eran de nuestro gato, quien se encontraba herido, lo busqué por toda la casa para curarle, pero no lo encontré, por lo que supuse que herido había arrancado de casa por la ventana.
Cada noche sus pesadillas eran peores, y mi hijo seguía describiendo aquella niña.
- Mamá la niña sufre mucho, dice que extraña a su mamá y que está en un lugar frío y oscuro-
- ¿Que más te dice hijo... te ha dicho su edad?-
-Si, dice que tiene trece años, y me dijo que si no la ayudaba volvería para matarme-
Me sorprendieron sus palabras, mi hijo de siete años, decía que estaba amenazado de muerte, algo que obviamente no podía ser inventado. Lo llevé a psicólogo y éste le recetó medicamentos para la ansiedad, los cuales los mantuvieron calmado durante un par de días, pero luego de esto comenzó a presentar marcas en su piel, ya no despertaba en las noches, pero cada mañana aparecía con moretones y rasguños en su espalda formando la palabra AYÚDAME. Sabía que no era un problema de ansiedad como había dicho el psiquiatra, por lo que busque ayuda con un sacerdote.
Rafael no estaba de acuerdo con nada de ésto, pese a que cuando le describí a la niña, que mencionaba mi hijo, se puso notablemente nervioso.
Al llegar a la iglesia me atendió el sacerdote y me recomendó hacer unas oraciones y bautizar a mi hijo, por lo que agendé una fecha para dicho ritual.
Al salir de la parroquia me encontré con Ester, una antigua colega de trabajo, quien se veía muy angustiada, me saludó con alegría, a pesar de que se notaba el dolor en su mirada.
-Ester, ¿que ocurre? ¿Porque estás tan triste?-
En ese momento rompió en llanto y entre lágrimas me contó su pesar.
-Es mi hija, Catalina salió de casa una tarde, después de haber tenido una discusión, ya que no le quería darle permiso para una fiesta, sin hacerme caso salió de casa para no volver, la busqué incesantemente sin resultados, hasta que hace dos semanas, cuando ya habían pasado tres días de su desaparición, recibí una llamada... Mi hija está secuestrada y me piden una gran cantidad de dinero que no he podido reunir... ya he vendido varias de mis pertenencias, pero el objeto de mayor valor que tenía, lo andaba trayendo ella, era una pulsera que me había heredado mi madre, te pido que me ayudes, se que no debería, pero estoy tan desesperada que ya no se a quien recurrir... y bueno... yo se que a ti te ha ido bien económicamente, por favor prestarme el dinero que me falta, te prometo que te pagaré hasta el último peso-
Diciendo esto me mostró la foto de su hija, la que se parecía mucho a la niña que describía mi hijo, pero quedé aún más asombrada cuando reconocí la pulsera que me había regalado Rafael. No supe que contestar en ese momento, le pedí su número de teléfono y le dije que hablaría con mi esposo para prestarle el dinero, ella me agradeció tomándome las manos y entró a la iglesia.
Me fui a casa totalmente confundida, pensé que talvez la persona que había secuestrado a la niña, seguramente había ido a empeñar esa joya al negocio de Rafael, por lo que decidí preguntarle directamente.
Cuando le conté lo sucedido, me dijo que no me metiera en problemas, y que a la tienda muchas veces llegaban objetos de dudosa procedencia, y que ya no insistiera en el tema o lo metería a él en problemas con la ley.
Por supuesto yo no quise dejar el tema hasta ahí, ya que podía imaginarme el dolor de esa madre, por lo que le exigí que me diera información de la persona que había llevado esa pulsera o que iría a la policía. Al decirle estas palabras, Rafael enloqueció e hizo algo que jamás había hecho, me tomó del cuello y me presionó contra la pared, sentía que estaba perdiendo el aire y le rogué que me soltara, pero éste tenía la mirada desorbitada y nuevamente me dijo que no me metiera en sus asuntos si no quería perder mi vida. Luego de casi desvanecerme me soltó y caí al piso.
Tenía tanto miedo que ya no quise insistirle en el tema, y aquella noche me fui a dormir a la habitación de mi hijo.
A la madrugada desperté por el sollozo de la niña que se aparecía en la habitación, esta vez por fin logré verla, era la misma niña de la foto, se veía muy triste, demacrada y débil, con un hilo de voz me dijo que le entregara un mensaje a su madre, que la amaba mucho y que la perdonara por haberle desobedecido, sus palabras me destrozaba el corazón, pese al miedo me invadió aun más la compasión de verla tan frágil y triste, le pregunté donde se encontraba, pero dijo no saber y con un gran grito de desesperación se desvaneció frente a mis ojos.
Aquella aparición me dejó muy inquieta y angustiada, por lo que no pude dormir en toda la noche, debía ayudarla, aunque no sabía como.
Al otro día fui a la tienda de mi esposo, con la idea de buscar información sobre quien había llevado la pulsera. Le dije a Rafael que llevara a nuestro hijo a la terapia con el psiquiatra, ya que le había dicho que éste quería hablar con él, y que yo me quedaría en su lugar en la tienda, a lo que aceptó.
A penas salió me puse a buscar en los archivos, pero no encontraba nada, note que habían muchos artículos que no estaban registrados, entre ellos la pulsera. Ya casi rendida, me senté en el escritorio con la cabeza entre mis manos, pidiendo a aquella niña que me diera una señal para poder ayudarla. En ese momento escuché unos golpes que venían desde el sótano, pensé que podría ser alguna rata, pero cada vez se hacían más intensos, por lo que decidí bajar.
Al abrir la puerta, un gran olor a excrementos y orines golpeó mis sentidos, intenté bajar pero aquel lugar estaba muy oscuro por lo que fui en busca de una linterna, al regresar bajé las escaleras lentamente, con algo de miedo a tropezar. Mientras más bajaba mejor podía escuchar el llanto de una niña, cuando llegué al final pude verla, estaba encadenada, sobre un charco de excremento mezclado con sangre, su cara desfigurada por los golpes, casi le habían hecho perder sus facciones, aún así pude reconocer a la hija de mi amiga. Corrí hacia ella y traté de liberarla, pero en ese momento, Rafael había llegado a la tienda.
Al verme al lado de la niña, se enfureció y me golpeó sin control, mientras me decía que me había advertido que no me metiera en sus asuntos, cuando ya se cansó de golpearme, me amarró junto a la niña, y se marchó con mi hijo, quien había visto todo llorando desde un rincón.
Al otro día llegó en la mañana, con mi hijo de la mano, le entregó un cuchillo, y le ordeno que me cortara la cara, mi hijo temblando le decía que no podía hacerlo, pero Rafael le dijo que si no lo hacía, le cortaría la cara a él. Mi niño lloraba sin saber que hacer, en ese momento Rafael le tomó la mano dirigiendosela hacia mi cara, pero en ese instante mi hijo reaccionó con rapidez, volteandose y clavandole el cuchillo en el cuello.
Rafael se desangraba lentamente, convulsionando en el suelo, le pedí las llaves a mi hijo y pude soltarme de las cadenas y sacar a la niña que en todo momento estuvo en trance, totalmente ida. Llamamos a la policía y se la llevaron al hospital salvándole la vida.
Después de siete años recién descubrí al monstruo con el que me casé, era un despiadado psicópata que no solo secuestraba gente para obtener una recompensa económica, si no por el placer que disfrutaba al torturarlos, gente a la que después de cobrar los rescates jamás devolvía.
Luego de las investigaciones descubrieron más de cincuenta cuerpos enterrados en el sótano, no hacía diferencia entre hombres, mujeres o niños, para él cualquier persona podría ser su víctima, por lo que después de que lograron salvarle de no morir desangrado, lo condenaron a cadena perpetua.
Cometí un grave error al unir mi vida a alguien a quien no conocía, pese a que mi familia nunca estuvo de acuerdo, jamás los escuché, por lo que me alejé de ellos. No hice caso a cuando mi madre me decía que debía involucrarme en sus negocios y saber todo de él, pero yo lo amaba y confiaba ciegamente, por lo que ignoraba cualquier cosa que me dijeran de él, jamás me cuestioné sus salidas nocturnas o cuando llegaba con algún rasguño, los cuales justificaba con haber tenido algún accidente al recibir objetos grandes en la tienda. Ahora se que hice mal al confiar tan fácilmente, ahora se que es verdad que en la confianza está el peligro.

chat :(

chat :(

Ayer te extrañe, abrí tu chat y recordé
porque dejaste de hablarme.
Ayer vì mensajes hermosos de nosotros, donde había risas, momentos serios, sarcasmo y ¿amor?....

Ayer te extrañe como loca, maldije al
tiempo por no poder volver, ayer fui a la cama y no podía dormir, recordando, cuando nos conocimos, cuando me dijiste
" te quiero más que ayer" y te sonríe y
cerré la venta del chat con una gran sonrisa.

Ayer, te maldije y a mi también por no
saber reconstruirnos.

Anoche soñé contigo, donde recibía tu mensaje donde todo era como antes.
Hoy despertar y me di cuenta que no había nada y nunca lo habría, ni nosotros ni los mensajes, ni el
"Te quiero más que ayer" y nada.....😭😭😭
💔

Ella Era Linda :)


Ella Era Linda

Ella era linda... mandaba mensajes, dedicaba canciones e imágenes tiernas.
Le gustaba dar los buenos días y preguntar cómo estás? Qué tal tu día? Ya comiste? Que llegues bien!.
Ella buscaba... iniciaba la conversación y era la última en responder, mostraba sincero interés. 
Daba su tiempo y le parecía la mejor inversión, reía con las ocurrencias, y disfrutaba la presencia, nada más había, nadie más existía cuando él a su lado estaba...
Ella era tierna, sensible, pasional, abierta, valiente y arriesgada... hoy ella ya no existe. 
Recibió ausencias, olvidos, mentiras, engaños, traiciones, fue juego cuando creyó ser verdad...
Hoy ya no busca, exige ser buscada...
Hoy no pide, exige le pidan...
Hoy no dedica, exige le dediquen...
Hoy goza el placer fugaz y se ausenta...
Hoy disfruta el placer y deja con ganas...
Hoy ante la ternura responde con sarcasmo...
Hoy ante la ternura da indiferencia...
Hoy ante el romanticismo otorga carcajadas...
Ella era buena...
Ella era yo...

MANICOMIO

MANICOMIO
¡Parada! ¡parada!
Deténgase!
Que de la realidad
Me quiero bajar
Por favor
Lléveme
A donde no haya mañana
Ni existan dogmas, ideologías,
Ni quien pretenda salvar
A quien no se lo ha pedido
Ni le da la gana
Necesito
Un viaje de locura
Una casa con pies
Aves que buceen
Y peces que tengan alas
Tengo tantos pájaros dentro de mi cabeza
Que vuelan sobre leyes, moral, tradiciones,
Horarios, formalidad
Quiero desnudarme
Sin tenerme que apenar
Asomarme por las ventanas
De los autobuses y la vida
Asombrada mirar
Quiero pagar en el transporte público
Con dinero imaginario
Olvidarme sumar
Y aprenderme a restar
Y que me llamen Teresita, Amparo,
Yolanda, Susi, Vicky, Mabel
U otras tantas heroínas
De la cotidianidad
…por favor!!!
Pare el autobús, la vida, el planeta,
Condúzcame
A donde están los que para reírse
No piden permiso
Y se abrazan a las fantasías
La poesía, la ecología, la humanidad
La religión sin ídolos,
La política sin políticos,
La inutilidad como valía
Lléveme a donde no se hagan por interés
Favores, y que a pesar de la ciencia, la religión,
Las doctrinas, olvidemos
Y podamos nacer siempre
Al siguiente día
Trasládeme al manicomio
Porque allí es donde viven
Los que respiran...

...

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